¿Qué es la asertividad?

Las personas asertivas saben que hay muchos matices de gris entre los extremos, y hacen un esfuerzo deliberado para no ser percibidas como pasivas o agresivas. La asertividad significa cosas diferentes para cada persona, dependiendo de su situación personal; nunca se trata de discutir con los demás, sino de entender cómo podemos expresarnos mejor sin dejar de vivir en paz en la sociedad en general, esto a menudo implica aprender formas más productivas de combatir los hábitos de comunicación ineficaces, tomándose un tiempo para reflexionar antes de hablar, para no acabar perjudicando a otra persona aún más que el problema que se produjo inicialmente ¿o tal vez ninguno?, Si todo el mundo practicara el autocuidado, nadie necesitaría atención médica.

Todos tenemos días en los que no nos salen las palabras. Puede que nos sintamos tímidos o cohibidos, y como resultado de ello adoptamos una expresión inadecuada con los que nos rodean que, en la mayoría de los casos, causa más daño que beneficio. Hay muchas maneras de ayudar a aumentar la confianza en uno mismo para que no tarde mucho en recurrir a lo que mejor sabe hacer, que resulta ser uno mismo, por ejemplo realizar actividades en grupo como los escape room virtuales.

La asertividad es llevar una comunicación equilibrada en tres dos partes

Ser asertivo significa que eres capaz de comunicar tus necesidades y deseos en un entorno seguro. No debes sentirte intimidado por otras personas, sino estar seguro de ti mismo como para que los demás puedan beneficiarse de todo el conocimiento y experiencia que puedes aportar en diferentes actividades en lo personal o empresarial.

La asertividad es la capacidad de expresarse de forma clara y directa. Esto incluye la honestidad, tus propios sentimientos, así como el respeto a los pensamientos o creencias de los demás, mientras defiendes lo que crees, incluso si esto significa desafiar el punto de vista de otra persona. Un ejemplo clásico de comportamiento asertivo sería decirle a alguien que ha perdido algo cuando en realidad está averiguando si es cierto; usar "creo" en lugar de decir "¡me has robado el abrigo!".

Una conducta pasiva tampoco es asertiva

El comportamiento pasivo no es asertivo, pero tiene sus ventajas. Las personas que se comportan de este modo buscan constantemente complacer a los demás y satisfacer los deseos de los otros a toda costa; se ponen a sí mismos en último lugar en cualquier lista cuando hay algo mejor para ellos personalmente, lo cual no es frecuente. Ansían tanto la validación de los que les rodean que basta con una palabra o una mirada, tras lo cual estos individuos harán cualquier cosa que les pidas sin dudar porque su necesidad ha sido satisfecha por tu atención. Este tipo de persona se olvida de sí misma mientras espera ansiosamente por anticipado hasta que alguien les dé una confirmación.

La mejor manera de evitar este tipo de situaciones es aprender a no decir que sí cuando sabes que no está en tu agenda o que solo serviría para perder el tiempo.

Una conducta agresiva tampoco es asertiva

La actitud de una persona hacia los demás puede verse en su forma de actuar, y el comportamiento agresivo no es asertivo. Cuando alguien se siente menospreciado o apreciado es probable que se comporte de forma diferente con su interlocutor. Este tipo de tono puede tener consecuencias negativas para los implicados, ya que a menudo dificulta los pasos positivos hacia adelante al fomentar las réplicas no asertivas, como las voces pasivas con una elección de palabras enfadadas, que pueden hacer que los acuerdos sean más difíciles de conseguir en lugar de más fáciles que si se fuera más comprensivo a lo largo de la conversación.

¿Cómo aplicar la asertividad desde la dirección empresarial?

Veamos lo que la asertividad puede hacer por ti. Lo más importante que hay que recordar cuando se practica la asertividad en la gestión de cualquier tipo, es que empieza por nosotros mismos; comprender nuestras propias emociones y sentimientos para que no se proyecten en otros que no los compartan. Como directivos, esto es especialmente crucial porque necesitamos autocontrol para transmitir con éxito estas actitudes, emociones en toda la organización; de lo contrario, se produciría el caos. Pero, afortunadamente, hay muchas maneras de que los directivos puedan mejorar para generar un mejor clima laboral en la compañía.

Orientación activa:

Para ser un líder eficaz, hay que tener orientación. Orientación significa saber analizar los objetivos del trabajo y los pasos necesarios para su consecución; también implica tener una hoja de ruta definida para no convertirse en víctimas improvisadas de las circunstancias, siendo asertivos acerca de hacia dónde vamos en este viaje con los miembros de nuestro equipo hacia la consecución de esos logros colectivos juntos.

Capacidad laboral:

La capacidad de trabajo de una persona viene determinada por una serie de factores. Entre ellos, su disciplina, concentración y habilidad para trabajar con otros, así como su autocontrol. Una buena medida para determinar si alguien puede hacer frente a las tareas que se le han asignado se basaría en cómo se comporta normalmente en casa o en la escuela cuando se le pide no sólo que haga cosas, sino que resista las tentaciones de las influencias externas.

Capacidad negociadora:

Negociar no es sólo conseguir el mejor trato para ti. También es importante saber cuándo es apropiado y cómo las habilidades de negociación pueden ayudar a gestionar diferentes tipos de relaciones, ya sea en el trabajo o en la vida personal. Un negociador con éxito tiene muchas cualidades que lo convierten en un gran gestor, como estar bien arraigado a los valores de la sociedad para no cruzar demasiado los límites; seguir siempre el respeto a las necesidades de los demás, incluso si hay discrepancias entre lo que la gente quiere de sus negociaciones y lo que la empresa o persona pueden aportar.

Conductas que refuerzan la asertividad

Cuanto más asumas responsabilidades, delegues y felicites a los demás por su trabajo, más feliz te hará la vida. Admite tus errores sin avergonzarte de ellos, siempre y cuando aprendas de ellos; pide disculpas si es necesario para que nadie se sienta herido o enfadado por algo que se haya dicho fuera de lugar.

¡Contáctanos para un Escape room!

Ingrese sus datos en el cuadro y se le contactará a la brevedad.